En poco más de dos años, Rog ha pasado de 3a división a la Serie A, disputando un Eurocopa | Foto: GettyImages |
Son escasas las ocasiones en las que otro club croata consigue sacar los
colores a Dinamo en cuanto a producción y captación de talento se refiere en
los últimos años. El gigante de Zagreb monopoliza el fútbol nacional tanto en
su faceta deportiva como en la económica, cuenta con la más extensa red de
ojeadores, e incluso puede permitirse el lujo de mantener (no formalmente) un
segundo equipo destinado al fogueo de talento en la primera división croata
(Lokomotiva). Es, a todas luces, un modelo implacable, pero no infalible. Y la
irrupción como un ciclón de Marko Rog lo demuestra. En su primera temporada en
la élite croata, tras firmar por el RNK Split desde el Varaždin de tercera
división, donde alternaba el juvenil con el primer equipo, Rog impresionó desde el primer encuentro vistiendo la
elástica del club dálmata. Tras un partido contra Dinamo en noviembre de ese
mismo año, el presidente del club capitalino realizó las siguientes
declaraciones: “Hace mucho que no veo un
talento así en nuestro fútbol, me pregunto que hacen los 100 ojeadores que pago
cuando se les ha escapado delante de sus narices; no me han impresionado así desde que vi jugar a Luka Modrić, he
querido negociar su fichaje ya en el descanso pero no han querido ni oir hablar
de mi oferta”. Dinamo no esperó mucho más para poner toda la carne en el
asador por su nuevo capricho, y en verano de 2015 por una cantidad en torno a
los 5 millones de euros, una cifra
record para el club y para un traspaso entre dos equipos croatas, se
aseguró los servicios de Rog. En apenas
un año, Rog, de 19 años, había pasado de la tercera división a debutar con
la selección absoluta contra la Argentina de Messi de la mano de Niko Kovač y a
convertirse en la gran apuesta del campeón nacional para apuntillar su plantilla.
Marko Rog nació el 19 de julio de 1995 y es originario de Nedeljanec, un
pequeño pueblo al norte de Croacia que no alcanza los 1500 habitantes. Rog se
crió en el seno de una familia de agricultores, viendo a sus padres Dražen y
Jagoda sostener a sus cuatro hijos con su empeño y el sudor de su frente cada
día. Marko era delgado y bajito, pero muy enérgico ya entonces. Con 6 años, su
abuelo le prometía 10 kunas (1.5 € al cambio) por cada gol, pero pronto tuvo
que dejar de hacerlo “¡o me dejaría sin
nada!”. Competitivo y travieso, continuamente rivalizaba con su hermano
mayor Petar, y ambos, junto a su primo Dario Melnjak (hoy jugador del Neftçi),
comenzaron con 12 y 11 años respectivamente su andadura en el NK Varteks,
posteriormente renombrado NK Varaždin, un asiduo a la primera división croata
desde la independencia al que, sin embargo, la bancarrota envío a la última
categoría del fútbol nacional. Marko compaginaba los entrenamientos con las
ayudas a sus padres en el campo, y ya entonces sorprendía a sus primeros
técnicos por su capacidad para jugar en varias posiciones. El pequeño Rog
continuó quemando etapas de formación y en 2014 con 18 años ya compaginaba el
juvenil con el primer equipo, a veces jugando en días consecutivos. Sus 16
goles como juvenil y sus dominantes actuaciones contra equipos de renombre del
país le valió el fichaje por el RNK Split, que se adelantó a las ofertas de
Lokomotiva, Rijeka, y Hajduk. Este trapaso inclinó definitivamente la balanza
en una decisión que el joven se planteaba desde hacia meses: la universidad o
continuar su carrera en el fútbol.
Rog era tan superior en los entrenamientos que fue imposible para el
técnico Matić mantener su plan de introducirle poco a poco en el primer equipo;
su gol y asistencia contra el Chornomorec días después de firmar su contrato
valieron una clasificación para el play-off de la Europa League, por primera vez en la historia del RNK
Split. Era solo el comienzo. 4 meses
después Niko Kovač decidió convocarle para la selección absoluta y Rog hizo
su debut jugando los últimos 5 minutos del amistoso contra Argentina en
Londres. La ascensión meteórica del
jugador sumaba un nuevo capítulo y sacaba los colores a los responsables de las
categorías inferiores croatas, que habían ignorado a Rog y a las
recomendaciones de sus técnicos durante años. Marko cerró la temporada firmando
por Dinamo tras sumar un total de 9 goles y 7 asistencias. En el último año como
jugador de Dinamo ha sumado un doblete
de Liga y Copa a su palmarés y además ha tenido la oportunidad de disputar
la fase de grupos de la Champions League.
El broche a su etapa en Zagreb ha sido la convocatoria
para la Eurocopa de Francia disputada este verano, donde ha contado con una
durísima competencia en su posición y jugado un único partido, contra España.
El partido contra el Red Bull en Salzburgo, donde Dinamo ha conseguido nuevamente
la clasificación para la fase de grupos de la Champions League, ha sido el
último con la camiseta del campeón croata, y esta misma semana volará a Italia
para firmar por el Napoli por 16 millones más bonus.
Rog es un futbolista polivalente,
capaz de adaptarse a varias posiciones en distintos esquemas. Los roles que ha
desempeñado con mayor habitualidad son los de mediapunta e interior, actuando ocasionalmente como falso 9 o escorado a banda izquierda. Sus
condiciones le definen como un jugador versátil, dinámico y con una marcada vocación directa. El eslalon con la pelota controlada se ha
convertido por méritos propios en su sello de identidad. Increíblemente ágil, y
muy hábil con ambos pies, Rog
conduce con velocidad, salvando la entrada rival y filtrándose en espacios reducidos, en ocasiones pasando dos o más
contrarios en carrera. En esta faceta no resulta tan elegante como Pjaca, por
poner un ejemplo, ya que puede dar la impresión de descontrol al conducir con
la cabeza gacha y movimientos algo anárquicos, pero es tremendamente efectivo para romper líneas rivales. Lo
que resulta especialmente llamativo y nos vuelve a enlazar con sus tempranos
comienzos es su capacidad para resistir
el choque y proteger la pelota, teniendo en cuenta su constitución ligera. Rog creció siendo más pequeño y menudo que el
resto, y eso le endureció: aprendió a utilizar brazos y espalda para equilibrar
las tornas y apoyado por su velocidad se convirtió en un futbolista muy esquivo. Es, además, muy
inteligente y habitualmente fuerza la
falta en zonas de peligro para la portería rival. A todo esto suma veloces giros sobre si mismo para, tras recibir
de espaldas, encarar lo antes posible el campo contrario. Es habitual que aparezca
en la frontal, donde resulta una amenaza tanto por su habilidad para romper en profundidad, pues es un muy
buen llegador desde segunda línea y
define con precisión, como por su capacidad para filtrar el pase. Goza, además, de un sensacional disparo desde media distancia, con
latigazos que ganan altura para caer con rapidez y confundir al portero, algo
que demuestra en el balón parado. Pese
a todo esto, no se puede tachar a Rog de ser un futbolista que abuse de las
acciones individuales, y aunque no sea un jugador capaz de llevar el peso
creativo en el centro del campo, se
ofrece para salir jugando en corto y aporta soluciones rápidas en la
circulación por todo el ancho. Encaja en un engranaje combinativo, en
este sentido, como un dinamizador
que puede ofrecer soluciones entre líneas. Su valor como activo de equipo
también se muestra en su capacidad de
trabajo sin la pelota, tanto en la presión, donde resulta incómodo por su
hiperactividad y rapidez, como en tareas más específicas de vigilancia como la
efectuada sobre Iniesta en la pasada Eurocopa, donde persiguió al
centrocampista español incomodando sus recepciones. No obstante, conviene que
su actuación en el mencionado encuentro no lleve a error, Rog no es un
futbolista para un rol posicional o enfocado a labores defensivas, y gana enteros con libertad, idealmente a la
espalda de un delantero centro que le permita moverse sobre su referencia. Como
se ha mencionado anteriormente, puede actuar en banda, pero mantiene un comportamiento mayormente interior y su
juego no varía esencialmente. De igual manera, como falso 9, abandona la punta
de ataque y se suma al juego de ¾ continuamente, permitiendo que extremos como
Soudani o Fernándes aparezcan en posiciones de remate. En esta demarcación puede
ser adicionalmente un valioso recurso para el contragolpe, atacando el espacio
cuando el equipo roba o bien recibiendo y desequilibrando con metros por
delante para correr.
Su carácter es reservado. Rog no
se presta al escándalo fuera o dentro del campo, y su capacidad para adaptarse
a varias posiciones y distintos roles le permiten ser optimista respecto a la
posibilidad de tener minutos tanto en San Paolo como en la selección absoluta
croata, donde tendrá una durísima competencia por la prolífica escuela de
centrocampistas de la ajedrezada.
Las ventas de Pjaca, Brekalo y Rog han supuesto una enorme inyección
económica a las arcas de Dinamo, que por otro lado, tratará de mantener a Ćorić
en el plantel pese a la insistencia del Manchester City. La salida de Rog deja
al equipo sin un valiosísimo comodín ofensivo, pero varios de los nuevos
talentos que el campeón croata tiene intención de promover durante la temporada
podrían beneficiarse del movimiento. Aunque se espera el regreso del
polivalente zurdo Fiolić (20), que está rindiendo a un sensacional nivel en la filial
Lokomotiva, jugadores como Pavičić
(22) o Knežević (19) podrían ver
incrementados sus minutos durante la temporada. En la portería, la salida del
internacional portugués Eduardo, abre las puertas de la titularidad a una de
las grandes apuestas de la cantera, Šemper
(18), por el que ya se rechazó una oferta de 4 millones del Chelsea el pasado
invierno.
“Es cierto que somos similares. Le
gusta ser directo, buscar la portería en carrera, tirar la pared. Es valiente y
agresivo, y también tiene gol”.
Declaraciones de Silvio Marić, jugador de Dinamo en la decada de los 90 y
bronce en el Mundial de Francia de 1998, a Večernji list.
“Será el nuevo Luka Modrić. Me recuerda a Luka cuando era joven y desempeñaba un rol más ofensivo. Tiene dribling, es ágil y muy cordinado”. Branko Ivanković, entrenador de Modrić durante su etapa en Dinamo, para Večernji list.
“Mi equipo favorito es el Real Madrid, y mi ídolo Zinedine Zidane.” Marko Rog a Večernji list.
“Solía enfadarse con su hermano mayor. Odia perder y por eso es tan entregado en el campo, siempre ha jugado con chicos mayores y eso le ha fortalecido. Es muy fuerte mentalmente, persistente en ir paso a paso”. Dražen Rog, padre del jugador, para Večernji list.