jueves, 23 de agosto de 2012

PROSINEČKI ABANDONA CONSUMIDO POR LA PRESIÓN

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La presión del entorno pudo con el croata
No comenzaba bien el lunes para los aficionados de Crvena Zvezda. Tras el empate cosechado el domingo (2:2) ante el vecino Rad, el rumor de que la renuncia de Robert Prosinečki era inminente copaba las portadas de los medios digitales del país. Sobre el mediodía se hacía oficial, Robert Prosinečki presentaba su dimisión tras hablarlo con los dirigentes de la entidad. Ha pasado año y medio desde que se hiciera cargo del equipo en diciembre de un convulso 2010. Hasta 4 fueron los entrenadores que dirigieron en el mismo 2010 a Crvena Zvezda, comenzando la cuenta tras el despido en Marzo de Vladimir Petrović, al que siguió Ratko Dostanić (Que renunciaría tras la eliminación en Europa League a manos de Slovan de Bratislava), y posteriormente Aleksandar Kristić; hasta la llegada del propio Prosinečki. “Žuti” ha dejado huella en el que él mismo considera el club de su vida. Y eso a pesar de que no se consiguió el ansiado campeonato doméstico, que las vitrinas del otrora campeón de Europa esperan desde un cada vez más lejano 2007.

En este año y medio ha conseguido el mismo título que consiguiera Dostanić, la Copa serbia, pero las sensaciones, y sobre todo el contexto, son completamente diferentes.  Las once victorias conseguidas en la primera vuelta por el equipo dirigido por Aleksandar Kristić sabían a poco frente a las trece de un imponente Partizan, que dos meses antes se había llevado (0:1) el derbi eterno en el pequeño Marakana de Belgrado tras un tempranero gol de Moreira. Era el momento de asumir riesgos, y el perfil de ex jugador entrenador cada vez se estilaba más en el viejo continente (Y lo más importante, daba resultado). En este contexto, Robert Prosinečki era presentado en uno de los clubes más exigentes de todos los Balcanes, sino el que más. El club acabaría segundo, seis puntos por debajo de Partizan, que también había vencido (1:0) en el segundo derbi de la temporada. Pero esto sólo acababa de empezar, pues el equipo dirigido por el croata se resarciría en la segunda vuelta de la siguiente temporada. Y es que Crvena Zvezda conseguiría hasta tres victorias en el partido de máxima rivalidad del país (Marzo – Abril – Mayo; 2 en semifinal de copa y 1 en liga). En parte fue esta situación la que propició la no continuidad de Avram Grant en Partizan, que a pesar de conseguir el quinto título consecutivo de liga, el eterno rival se acercaba más que nunca. Crvena Zvezda volvía a acabar el torneo doméstico por debajo de Partizan, pero esta vez no eran seis sino dos los puntos que separaron a ambos equipos. Sin embargo Robi no deja Crvena Zvezda con las manos vacías, ya que la final de Copa se decidió a favor del conjunto capitalino (2:0) frente al posteriormente descendido Borac Čačak. Todo hacía indicar que la siguiente temporada el ansiado título estaría más cerca que nunca en los pasados cinco años.

No comenzó bien la preparación para la nueva temporada, y es que dos pilares como el central Duško Tošić y el delantero Cristian Borja abandonaron la plantilla. Los refuerzos, Eli Babalj y Ljubo Nenadić, no terminaban de convencer a Prosinečki, que sin embargo mantenía su discurso afirmando el pasado julio tener el mejor equipo del país. El equipo, no obstante, logró una (poco brillante) clasificación para play-off de Europa League tras eliminar a Naftan y Omonia. La suerte decidió y el Girondins Bordeaux sería el rival con el que competir por una plaza en la fase de grupos de la Europa League. Llegaba el debut liguero, curiosamente en la segunda jornada (el primer partido fue aplazado), y el equipo de Prosinečki lograba sólo un empate ante Rad, que jugó 65 minutos con un jugador menos. Llegados a este punto y de forma inesperada, Prosinečki presentaba el día siguiente su dimisión como entrenador de Crvena Zvezda, decisión que afirmó en su despedida tener en mente desde hacía dos meses atrás.

El campeonato serbio pierde a un técnico atrevido, con gusto por el buen trato de balón y la elaboración paciente de las jugadas. Implantó el 4-3-3 como esquema por defecto, apostando por la salida jugada desde los centrales y disponiendo un centro del campo rebosante de creatividad, sumado a la incesante movilidad de los jugadores de ataque. Apostó por la juventud y le salió bien. El ejemplo más ilustrativo es la evolución de Srđan Mijailović, a quién asciende del equipo filial para hacerlo indiscutible como mediocentro con tan solo 17 años (Ahora 18). Probablemente,  y después de jugar 21 partidos la pasada temporada, sea uno de los mejores mediocentros de toda la región, habiendo debutado con la selección absoluta de la mano de Mihajlović. Acertó además al apostar el pasado invierno por hacerse con los servicios de Maksimović y Kasalica, ambos procedentes de Sloboda Užice, y hacerlos referentes en su posición en el ámbito doméstico. Sacó el máximo de su plantilla, pues aportó 5 jugadores a la primera lista de Siniša Mihajlović como seleccionador serbio (tres más que el campeón liguero Partizan). Como gestor de vestuario se mostró sobradamente capacitado al detener el pasado Noviembre (Concretamente tras la derrota 0:2 ante Partizan) la creciente disputa entre serbios y extranjeros dentro de la plantilla, apartando a Milan Vilotić de la plantilla y sancionando con dureza al colombiano Cristian Borja.  “Žuti” consiguió unir a una afición que acabó adorándole, y que tras su renuncia clama furiosa contra la directiva por dejar escapar al mejor entrenador que se había visto en el club desde hacía años.

“Es mi decisión, no me siento capaz de seguir dirigiendo al equipo”. “Es la decisión más difícil de mi vida. He dirigido el equipo lo mejor que he podido, he dado el máximo y asumo la responsabilidad por los errores que haya podido cometer”, comentaba un emocionado Prosinečki en su despedida. Unos achacan la dimisión al deficiente trabajo de la directiva a la hora de reforzar el equipo, otros a mala relación con Vladan Lukić, presidente de la entidad (no estuvo presente en la rueda de prensa de despedida). La propia presión y el entorno que rodean a un club de la magnitud de Crvena Zvezda parecen presentarse como las causas principales de la decisión del técnico croata. Y no sería extraño, otros entrenadores con mayor experiencia como Zdeněk Zeman (Sólo duró 5 partidos) han fracasado en la tarea de dirigir al club rojiblanco. Solo un día tardó Crvena Zvezda en anunciar al sustituto de Prosinečki. Se trata de Aleksandar Janković, que compaginará las funciones de seleccionador serbio U21 (hasta finalizar la clasificación para el próximo europeo de la categoría) y entrenador en el club capitalino. El discípulo de Slavoljub Muslin afirma que tratará de dar continuidad al legado de Robert Prosinečki. Por su parte, Prosinečki animará el jueves a Crvena Zvezda como uno más, y es que, como él mismo afirma: “Quiero demasiado a este club. Estos jugadores son los mejores para mí, dadles un poco de tiempo”. Entre los comentarios de los aficionados a la noticia de su despedida en la web oficial del club puede leerse “Sabes que volverás”, y es la relación entre Robert Prosinečki y Crvena Zvezda no parece destinada a acabar aquí.

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