Ha sido un verano histórico para FK
Zeta. “Los lobos” dirigidos por Rade Vešović se convirtieron en el primer
equipo montenegrino en la historia que alcanza la ronda de play-off en
competición europea. El duro correctivo sufrido a manos del PSV (14-0 en el
global) resulta más llevable dada esta circunstancia. No obstante, el comienzo del
campeonato liguero no ha acompañado al éxito cosechado en Europa: el equipo de
Golubovci, pequeña localidad del municipio de Podgorica, ocupa la última
posición en la tabla tras haber conseguido sólo dos puntos en cinco partidos.
En una plantilla donde destacan
los nombres de Miloš M. Radulović, Burzanović, Balša Božović o Žarko Korać,
máximo goleador histórico del campeonato doméstico desde la independencia, es
un chico de 16 años quien empieza a acaparar todas las miradas. Se trata de
Aleksandar Boljević, a quien muchos
señalan como la gran esperanza del país para los próximos años. Ha sido titular
a lo largo de toda la fase de clasificación para Europa League, siendo decisivo
en Podgorica contra Sarajevo al asistir a Burzanović en el gol que a la postre
clasificaría a su equipo para play-off. Luce el 9 en la espalda, pero se
desempeña como extremo en ambas bandas o como segundo punta. Rápido, técnico y
desequilibrante en el uno contra uno, su habilidad le hace dejar atrás
facilmente a marcadores más corpulentos pese a su físico endeble.
Está batiendo records de precocidad y ya ha fue incluido en la lista del
seleccionador de la absoluta Branko Brnović para los partidos de clasificación
para el Mundial de 2014 ante Polonia y San Marino, aunque finalmente se
decidió que se incorporase a la U21 para el tramo final de clasificación para
el europeo que se disputará en 2013 en Israel. Montenegro partía sin opciones
de entrar en la ronda de play-off ante República Checa y Armenia, pero ambos
partidos han servido al seleccionador Vlaiasavljević para calibrar el nivel de
la siguiente generación. Las salidas de Luka Đorđević al Zenit y de Marko Bakić
al Torino han cedido el protagonismo absoluto al joven Boljević en el
campeonato doméstico, que no tardará en quedársele pequeño a esta estrella
emergente del fútbol balcánico. Su evolución no parece tener límite y su
aparición es una bocanada de aire fresco para un campeonato que buscará
evolucionar a partir de figuras como la suya.
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