Hoy a partir de las 20:45, en el
Marakana de Belgrado, se disputa un Serbia – Croacia que, al igual que el
disputado el pasado marazo, no es un partido más para ambas naciones. En
términos exclusivamente deportivos, es Croacia quien tiene la presión de
conseguir los 3 puntos y no ceder en su particular mano a mano con Bélgica por
la primera plaza del Grupo. Para Serbia el partido tiene un significado
distinto: es una cuestión de orgullo. El equipo de Mihajlović ha echado por
tierra sus opciones de clasificación, optando por un proceso de
rejuvenecimiento del plantel, no sin ser objeto de crítica para la opinión
pública por lo drástico de su aplicación. La cita europea de Francia 2016
parece ser el objetivo de esta generación. El partido de mañana tiene especial
significado para Siniša Mihajlović. Una victoria ante Croacia serviría para
aplacar las críticas y reforzar su idea de la renovación del equipo nacional.
Mihajlović se ha visto atacado directamente por varios medios de influencia en
el país. Estos le acusan de basar sus convocatorias en los representantes de
los jugadores, en concreto Fali Ramadani y Nicola Berti, utilizando su idea de
rejuvenecer el equipo como tapadera para su provecho personal en forma de
comisiones. Su rival en los banquillos mañana, Igor Štimac, tampoco está ajeno
a semejantes insinuaciones. En su caso, se le acusa de contribuir al excesivo
centralismo de la selección nacional croata, y se sospecha de varios de los convocados
en los últimos meses por la relación del técnico con Zdravko Mamić, presidente
de Dinamo Zagreb. Amén de
reivindicaciones personales, el terreno de juego volverá a medir a dos
combinados que, lejos del revanchismo por los infortunios acaecidos en la
década de los 90, buscarán dar una alegría a sus respectivas gentes.
El escenario
El escenario
Hace apenas unos días se
cumplieron los 50 años de la inauguración del Marakana, formalmente Stadion
Crvena Zvezda. Con más de 55.000 localidades es el estadio más grande del país.
El Marakana se ha vestido de gala
durante su historia para encuentros como la final de la Champions League en
1973 o la final de la Eurocopa de 1976, y ha sabido responder de forma masiva
en los compromisos de la selección nacional. Sin embargo, el partido se
desarrollará en un ambiente enrarecido. Según algunos medios, ni siquiera se
llenará. La situación en la Federación serbia es inestable: la regularidad del
campeonato se ha puesto en cuestión y el actual presidente Tomislav Karadžić ha
anunciado que renunciará el próximo diciembre. Su renuncia es consecuencia de
la iniciativa para el cambio que ha tenido en Crvena Zvezda y OFK sus
principales valedores. La idea ha encontrado aceptación en la opinión pública y
otros clubes, que ven necesario derrocar un sistema anticuado y autócrata. El
seleccionador Mihajlović, uno de los escasos defensores de Karadžić, ha pedido
públicamente que la afición deje de un lado las divisiones y se centren en dar
alas a los locales. Su escepticismo al respecto no es nuevo, no obstante, ya
que el técnico se ha mostrado partidario de que el combinado nacional juegue
sus partidos en Novi Sad, cuyo público se muestra una actitud más cálida hacia
el equipo.
Los equipos
Los equipos
Serbia ha oscilado en su juego en
los partidos disputados bajo la dirección de Mihajlović. El equipo tiene
problemas en ambas áreas. La defensa es nominalmente la línea de mejor nivel
del equipo, pero su rendimiento no ha estado a la altura: al equipo le cuesta
defender la espalda cuando la línea está adelantada, y el rival suele tener
bastantes espacios en los contragolpes. En los últimos metros, por su parte, el equipo
arrastra problemas en la realización. Al equipo no le sobran soluciones en la punta de ataque, lo que ha provocado la rápida promoción de Aleksandar Mitrović, de 18 años. A la lista regresa Nemanja Matić tras dejar
atrás su conflicto con el
seleccionador, mientras que la situación de Adem Ljajić no ha cambiado un
ápice. Croacia, por su lado, llega en un momento gris en cuanto a su juego. La
idea de dominio del seleccionador Štimac no está en el cénit de su
aplicación: el equipo se ha mostrado plano en alguna ocasión y ha teniendo
problemas para concretar la jugada ante rivales replegados. El seleccionador
tiene dudas sobre quien ocupará el lateral izquierdo, mientras que según sus
propias palabras Eduardo, el delantero más resolutivo del plantel, no está
listo para 90 minutos. Alen
Halilović y Ante Rebić son dos invitados de excepción en la convocatoria
que, aunque parece difícil que tengan minutos hoy, representan el futuro del
conjunto ajedrezado.
Contexto político actual
Contexto político actual
El partido llega en un momento
complicado. La tensión étnica en Vukovar, lugar de nacimiento de Siniša
Mihajlović y uno de los escenarios más sangrientos del conflicto bélico, se ha
reactivado por la inclusión del cirílico en las señales públicas. Lo que partió
como una medida de integración de las minorías (los serbios lo son en
Eslavonia), ha levantado la polémica, produciéndose incluso la destrucción por
la violencia de estas señales por los simpatizantes de la derecha croata y las
asociaciones de veteranos de guerra. Vukovar es un lugar especialmente sensible
para los croatas a la hora de volver la vista al pasado, y el conflicto parece
haber abierto viejas heridas y reavivado la aversión a los serbios no sólo en
Eslavonia, también en otras regiones.
Para la esperanza…
Para la esperanza…
1999, sólo 4 años después del
acuerdo de Dayton y el fin de las hostilidades en Bosnia. Yugoslavia y Croacia
se enfrentaban en Belgrado en un encuentro correspondiente a la clasificación
para la Eurocopa del 2000. El Marakana respondió de forma masiva y la aversión
al equipo croata en los cantos locales era notable. Yugoslavia contaba con
jugadores como Slaviša Jokanović,
Miroslav Đukić, Siniša Mihajlović, Dejan Stanković, Predrag Mijatović y Darko
Kovačević. Vujadin Boškov se sentaba en el banquillo local. Los visitantes,
dirigidos por Ćiro Blažević, formaban con Igor Štimac, Aljoša Asanović, Davor
Šuker y Zvonimir Boban entre otros. En un momento determinado del encuentro, la
luz del estadio falló dejando a oscuras a los 22 actores sobre el campo. La reacción de los jugadores yugoslavos fue
un ejemplo para generaciones venideras. Ante el lógico desconcierto de los
jugadores croatas, a oscuras en un ambiente hostil, los jugadores de la
selección yugoslava, que tampoco sabían que sucedía en aquel momento, se
abrazaron a cada uno de sus rivales para tranquilizarles y garantizarles su
seguridad. Un momento inolvidable que habla exclusivamente de la calidad humana
y la cara más agradable del deporte, la unión más allá de la creencia o la
étnia.
Las medidas de seguridad estarán a la altura y el nivel de cooperación de la Federación con los órganos del Estado se ha optimizado al máximo para garantizar el espectáculo. El Marakana también se enfrenta a su exámen particular: ser reflejo de la sociedad serbia en un acontecimiento retransmitido a nivel mundial.
Las medidas de seguridad estarán a la altura y el nivel de cooperación de la Federación con los órganos del Estado se ha optimizado al máximo para garantizar el espectáculo. El Marakana también se enfrenta a su exámen particular: ser reflejo de la sociedad serbia en un acontecimiento retransmitido a nivel mundial.
Felicidades por el artículo Juanpe, me encanta cómo escribes y cada una de tus anécdotas, se aprende en cada artículo. Qué gran momento aquel del apagón, sin duda un ejemplo para las próximas generaciones como bien comentas.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte desde Sevilla.